jueves, 9 de agosto de 2012

Capítulo doce: Dreams can't take the place of loving you


Capítulo doce: Dreams can’t take the place of loving you.



Narra Harry:
Han pasado más de cuatro meses desde que tn(_____) se quedó embarazada y ya nada es igual que antes. Ahora mismo estoy tumbado en el sofá, viendo la televisión sin enterarme de nada. Oigo el timbre y acudo a abrir la puerta.
-¡Tn(_____)! ¡Niall y Lorena están aquí!- exclamo.- Pasad, no os quedéis ahí fuera que os vais a helar.- dije apartándome para que entraran a la casa.
-Harry… Tengo que hablar contigo.- dice Lorena en voz baja, por su cara deduzco que se trata de algo malo.
-De acuerdo.- digo antes de que los tres nos quedemos callados observando a mi hermana bajar los peldaños de la escalera.
Lleva unos vaqueros negros y un jersey gris que a pesar de ser holgado le marca su ya crecido vientre.
-Hola.- saluda esbozando una media sonrisa.
Niall corre hacia ella y la levanta del suelo con un gran abrazo.
-¡”Pequeño nomo”!- exclama sonriente.- ¿Qué hacías?
-Estudiar.- contesta mi hermana metiéndose las manos en los bolsillos.- Como siempre.- añade consciente de que no puede abandonar los estudios a pesar de que dentro de poco vaya a ser madre.
-¡Pero si es Navidad!- replica Niall.- Estamos de vacaciones, no puedes pasarte el día aburrida.
-Pero, Niall…
-Nada de peros, enana. Te diré lo que vamos a hacer, veremos una película mientras comemos palomitas con chocolate. Y, tienes prohíbido decir que no.
-Valep, tengo hambre, no me resistiré.- sonríe sentándose en el sofá junto a Niall.
-Vamos.- digo a Lorena, ella asiente y entramos a la cocina.
-Liam está aquí.- dice tras cerrar la puerta.- Y Louis también.
Cierro los ojos y proceso la información recibida. Liam y Louis han vuelto. Mi hermana se negaría rotundamente a ver a Liam, pero cabe la posibilidad de que Louis la haga entrar en razón.
-¿Alguno de los dos sabe algo?- pregunto.
-No… El pueblo habla, pero, ya sabes, son solo rumores.- dice.- ¿Qué vas a hacer?
-De momento, hablar con Louis.- afirmo buscando mi teléfono móvil.
-No le caes muy bien… pero no se negará a ayudar a tn(______).
-Eso espero…- susurro.
***
Llego a la cafetería antes de tiempo y me siento en una mesa libre. Me quito el abrigo, el gorro y la bufanda, y pido que me traigan un café con leche. Louis llega al poco tiempo con cara de pocos amigos, le saludo con la mano y espero a que tome asiento.
-¿Qué quieres?- pregunta cortante.
-Necesito que me hagas un favor.- digo temeroso.
-Antes de ayudarte, contéstame a una cosa, ¿es cierto lo que dicen?
-No estoy al tanto  de los cotilleos del pueblo.
-Se dice que tn(_____) está embarazada. ¿Es verdad?
Suspiro antes de contestar, me siento fatal.
-Lo está de casi cinco meses.- digo al fin, ahora es Louis el que resopla.
-¿Quién es el padre?- pregunta después de un rato de silencio.
-Liam Payne.
-¿Y él lo sabe?- niego con la cabeza.- ¿Qué tengo que hacer?
-Solo hablar con ella para hacerla entrar en razón.
-Cuéntame primero la historia completa.- pide y yo le relato todo lo sucedido desde que se fue hasta hoy.
Lo último que me dice antes de marcharse es que lo hará.

Narra tn(_____):
Salgo corriendo hacia la cocina y vomito en la pila de lavar, las palomitas con chocolate de Niall me han revuelto el estómago. Me enjuago la boca y después me limpio la cara con abundante agua. Me doy la vuelta y voy tan deprisa como puedo a abrazar al chico que está apoyado en el marco de la puerta.
-Louis…- susurro escondiendo el rostro en su cuello.
-Hola, pequeña.- dice él llevándome en brazos hasta el sofá del salón que Niall acaba abandonar.- ¿Qué tal te va?- pregunta poniéndome una mano en el vientre.-Estás grande…
-Sí… Estoy bien, pero no quiero que hablemos de mi, cuéntame cómo estás tú.
-La verdad es que prefiero que hablemos de ti, aunque puedo decirte que me va genial y que he encontrado a una chica maravillosa llamada Eleanor Calder.
-Me alegro mucho por ti, Lou.- sonrío.
Él me acaricia la mejilla y vuelve a llevar las manos a mi vientre.
-Estás de unos cinco meses, ¿verdad?- asiento con la cabeza.- ¿Sabes ya si va a ser niño o niña?
-No… No quise saberlo en la última revisión…- digo recordando que a pesar de que Harry estuviera a mi lado, oyendo los latidos del corazón del bebé, quería compartir ese momento con Liam, porque aquello solo nos pertenecía a nosotros dos.
-Le amas, tn(____).- dice, y los ojos se me llenan de lágrimas.-Si dejas que se vaya hoy, le perderás para siempre y nunca volverás a recuperarle. Tienes que luchar por él, y tienes que hacerlo por ti, por él y por el hijo que vais a tener.
-Louis… Es que… No puedo, no soy capaz de decirle que le necesito aquí…- sollozo.
-No tienes que decírselo, cielo, con una mirada bastará.- me seca las lágrimas.
-Y… ¿qué hago?- pregunto.
Él corazón me late con una fuerza descomunal, Louis tiene razón.
-Ve a la estación, está a punto de subir al tren.- dice.
Rápidamente me levanto del sofá y salgo corriendo de la casa. Sé que no es bueno para el bebé, sin embargo, tengo que hacerlo. No dejo de correr hasta que llego a la estación y localizo a Liam subiendo al tren. Intento gritar su nombre, pero no me oye, tampoco yo me escucho, mis palabras salen de mi garganta como alaridos inaudibles. Con algo de dificultad logro colarme en el vagón y le busco entre la gente. Le veo sentado a unos metros de mi, con la frente apoyada en la ventana y la mirada vacía. Me siento en el asiento de al lado e intento tranquilizarme. Mi respiración es agitada, lo que hace que mi pecho suba y baje con muchísima velocidad.
-Tn(_____), ¿qué haces aquí?- pregunta sorprendido antes de quedarse paralizado con la visión de mi abdomen de embarazada.
-Espera… a que… pueda… respirar.- pido entrecortada.- Me… estoy… ahogando…
Cuando me recupero, por así decirlo ya que sigo respirando con dificultad, le miro a los ojos y me siento sobre sus rodillas.
-Te quiero.- es lo único que alcanzo a decir antes de que me bese como nunca antes lo había echo.
Dejo que salgan todos los sentimientos que he estado reteniendo todo este tiempo, mi llanto no cesa, sin embargo, algo dentro de mí me dice que va a salir bien, que mi deseo de estar con Liam se va a cumplir.
-Tú, yo y nuestro bebé…- susurra con la boca pegada a mi oído y las manos en mi vientre.- Juntos…- noto que él también está llorando emocionado, sus lágrimas se unen a las mías en el camino que estas han formado a través de mis mejillas y mi cuello.- Para siempre…- solloza abrazándome.
Ahora entiendo a lo que Harry se refería cuando me decía que quería tener la certeza de que todo iba a salir bien. Es la sensación de libertad que se instala en tu cuerpo cuando el pesar desaparece. Es la sensación de que estarás bien, pase lo que pase. Es la sensación que tengo en este mismo momento, porque ya no tengo miedo al futuro, sé que Liam estará conmigo y que no dejará que nada malo nos pase. Amo a Liam James Payne, y le seguiré amando, por y para siempre…

Este capítulo me ha quedado algo vacío. Supongo que es porque no haré una segunda parte de esta historia. Espero que os guste… y… quería terminar esto con un para siempre, mis dos palabras favoritas. Un besazo! Y muchísimas gracias por leer :) 


domingo, 5 de agosto de 2012

Capítulo once: Everything's going to be alright.

Capítulo once: Everything's going to be alright. 




Narra tn(______):
Hoy es viernes. Mi último día de instituto por el momento. Estoy sentada con Niall y Lorena bajo nuestro árbol. Comemos tranquilos a pesar de yo no tengo apetito. Dentro de unos instantes, el grupo de tres personas que conocen mi secreto –incluida yo- aumentará a cinco. Ayer Zayn y Blake se pasaron por casa a ver a Harry y a Jane –ya que esta última pasa más tiempo en nuestra casa que en la suya propia- y me lo guardé. Son amigos de Liam y me arriesgo a que uno de ellos o ambos se lo cuenten. Con Niall es diferente, sé que él guardara celosamente mi secreto aunque también sea amigo de Liam. Por encima de ello, es mi amigo y el novio de mi mejor amiga, Lorena. Oímos sonar la campana y nos levantamos. Ellos comienzan a andar y yo me quedo rezagada. Es como si las palabras fueran demasiado agrias y pesadas para salir de mi garganta.

-¿No vienes, tn(_____)?- pregunta Lorena esperando a que acuda junto a ellos, niego con la cabeza.
-¿Qué pasa, “pequeño nomo”?- me pregunta Niall acercándose a mi.
-A partir de hoy voy a estudiar en casa.- digo con la boca seca por lo que mi voz suena algo ronca y apagada.
-Y eso se debe a que…- dice Niall dejando la frase a medias para que yo la termine.

Enlazo los brazos a su cuello y lloro con fuerza. No me gusta decirles adiós a mis mejores amigos, ni siquiera sabiendo que les voy a ver todos los días. Lorena viene a nuestro lado y les abrazo a ambos.

-Estoy embarazada de poco menos de un mes…- susurro a sus oídos.
-Compartiré mis galletas contigo, pero solo mientras tengas antojo.- dice Niall sonriendo a pesar de que esto le ha dejado atónito.
-Gracias.- sollozo con un hilillo de voz.
-Estaré a tu lado siempre, lo sabes, ¿no?- dice Lorena.
-¡Te quiero! ¡Os quiero muchísimo a los dos!- digo abrazándoles de nuevo.
-Y nosotros a ti, “pequeño nomo”- contesta Niall acercándome a él.- Y… ¡Te prometo que vamos a ser los mejores tíos no-biológicos del universo entero!

Lorena vuelve a abrazarme y me pregunta lo que menos ganas tengo de contestar, me pregunta por el padre, por Liam, por si se lo he dicho. Niego con la cabeza, no quiero hablar de ello ahora.

Narra Harry:
Es sábado por la mañana y me levanto sigilosamente con la intención de no despertar a mi hermana, sin embargo, ella está en el salón, sentada en el sofá, echa un ovillo con la nariz pegada a la chaqueta de Liam.

-¿Has desayunado?- le pregunto, ella niega con la cabeza.

Estoy preocupado. Mi hermana cada vez se cuida menos y eso puede tener graves consecuencias para ella y para el bebé. Le llevo un tazón de leche ya que no la permito beber café o cualquier otra cosa que pueda alterarla.

-¿Cómo estás hoy?- le pregunto dando un último trago a mi taza de café.
-Bien.- responde.- Hace un rato que me he tomado una aspirina y ya no me duele la cabeza.
-Tn(______)- resopló.- ¿Cuántas veces te tengo que decir que no tomes medicamentos con el estómago vacío?
-No tenía el estómago vacío.- replica.
-¿Qué?- pregunto. Ella sube a su habitación y vuelve con un tarro vacío de Nutella.- ¿Has estado comiendo de esto toda la noche?- asiente moviendo la cabeza.
-Tenía hambre…- se excusa. Suelto una carcajada y me mira seria.- ¿Qué?
-Me hace gracia que asaltes la nevera.- rio.
-Pues a mi no.- se cruza de brazos.- Me estoy poniendo como una vaca.
-¡Ni de coña!- exclamo levantándome.- No te estás poniendo gorda, ni siquiera se nota que estás embarazada.- mi hermana suspira antes de contestar.
-¿Seguro? En el instituto estaba incómoda, era como si todos lo supieran y me miraran…
-Seguro. Gorda no estás, pero paranoica si.- digo haciendo que me golpee en el brazo.

Después se sienta en el sofá y continúa viendo la tele. Yo apago el televisor, cojo una libreta y me siento a su lado.

-¿Qué haces?- me pregunta.
-Vamos a buscar nombres.- digo, quiero distraerla, sin embargo sé que no se le va a ir de la cabeza el tema de estar embarazada así que intento hacerlo más llevadero.- A ver… ¿si es niño?
-Mmm, Christian.
-Calla. Primero anoto el de su tío, es decir el mío y luego todos los nombres feos que quieras ponerle.

Seguimos así durante un largo rato, hemos conseguido una larga lista de nombres masculinos.

-Vale, pero espero que se llame Harry, tienes mal gusto.- comento.- ¿Y si es niña?
-Ese lo tengo claro. Quiero que se llame como…- se detiene y se va corriendo al piso de arriba.

Al principio pienso que está vomitando, pero después de unos minutos, me da la sensación de que no es así. Sigo sus pasos y la encuentro en el suelo del dormitorio de mis padres.

-Mamá…- susurra envuelta en un mar de lágrimas.
-¿Qué pasa, pequeña?- pregunto acariciándole el cabello.
-Harry, lo tenía aquí hace un momento y se ha ido… Se me ha olvidado y no consigo acordarme…
-A ver… ¿Qué es lo que no recuerdas?- ella suspira y se toma su tiempo en contestar.
-El nombre de mamá… Es como quiero llamar al bebé si es niña…- noto el arrepentimiento en su voz.
-No pasa nada, tn(_____). Estás bloqueada, nada más. Estás pasando un mal momento y es como si tu mente se hubiera cerrado para que no te hagas más daño, pero en realidad es eso lo que te hace ser más vulnerable a todo. No te preocupes, apuesto a que tampoco recuerdas cuando es mi cumpleaños o cual es el grupo favorito de papá…
-¡Harry, basta!- me corta.- Cada cosa que mencionas se me olvida…
-Está bien, está bien, tranquila… Mamá se llamaba Hope, mi cumpleaños es el uno de febrero y el grupo favorito de papá era Coldplay.
-Hope. Uno de febrero. Y Coldplay.- repite.
-¡Exacto!- afirmo.
-No dejes que se me olvide.- me pide.
-No lo haré…- susurro abrazándola.
-¿Crees que estarían enfadados conmigo?- me pregunta mi hermana al cabo de unos largos y silenciosos minutos.
-¿Quienes?
-Papá y mamá.
-¿Por estar embarazada?- ella asiente.- Pues… Supongo, yo también me enfadé un poco cuando me enteré.- digo. Ella se encoge de hombros, sintiéndose culpable.- Pero se me pasó pronto y con ellos pasaría igual.- hago una pausa.- Tiene gracia si lo miras desde mi teoría de que siempre te libras. Es la primera vez que haces algo por lo que te puedes ganar una bronca y no están aquí para echártela.
-Pero estás tú…- susurra.
-Soy tu hermano mayor, tn(_____), no te voy a reñir por algo que me ha podido pasar a mi cientos de veces.- me mira enarcando una ceja.- Vale, cientos no, pero si unas cuantas. 
-Me merezco que me regañes, lo he echado todo a perder…- solloza.
-Y dale… ¡Qué no!- exclamo.- A ver si lo ves mejor desde otra perspectiva.- sugiero.- Piensa que esto es una prueba. ¿Recuerdas aquella semana del año pasado en la que tenías más de diez exámenes y un montón de trabajos que hacer? Te pasaste noches estudiando y entregaste todos los trabajos a tiempo. Y te sabías los exámenes al dedillo. En ninguno bajaste del sobresaliente. Esto es igual. Es una prueba.
-Harry…- suspira.
-Ten.- digo alcanzando el joyero de mi madre y colocándole el colgante favorito de ambas. Un pájaro plateado con las alas extendidas.
-No… No puedes hacer esto.- dice zafándose de mi.
-Te lo regalo.
-No puedes. Era de mamá. Y además, no es justo que me des algo que simboliza la libertad cuando yo voy a perderla en ocho meses.
-En la carta mamá decía que te lo diera cuando lo necesitases, y ahora lo  necesitas más que nunca.
-No.- vuelve a negar.- No me has dejado ver esa carta y no me lo creo…
-Y no te la voy a dejar ver, tn(_____).- digo cortante poniéndole el colgante de nuevo.- Algún día te la enseñaré, pero hoy no.- acabo la conversación.
-De acuerdo.- dice poniéndose en pie.

Tengo la sensación de que a partir de esto se volverá más reservada aún, al menos conmigo. Y parece que no me equivoco porque durante el resto del día tn(______) no me dirige la palabra salvo para contestar a mis escasas preguntas.

***

Noto que alguien se mueve por mi habitación, e instintivamente, palpo con las manos ambos lados de mi cama. Tn(_____) no está. Me incorporo y enciendo la luz, la cual sorprende a mi hermana haciéndola dar un respingo hacia atrás, es decir, hacia a mi.

-¿Qué haces despierta?- pregunto frotándome los ojos.
-¿Por qué lo estás tú?- noto en su voz que todavía está molesta conmigo por el tema de la carta.
-Tn(______) siento lo de antes, en serio, pero es que no puedo enseñártela.
-Ya te he dicho que no me importa…- contesta.
-Vale… ¿Ahora podrías decirme que haces de pie a las dos de la madrugada?
-Tengo hambre.- dice frotándose el estómago.

Suspiro y la acompaño a la cocina.

-¿Qué quieres?- pregunto tras abrir la nevera.
-Kétchup.- pongo los ojos en blanco.- ¿Queee?
-¿Kétchup? ¿De verdad?
-Sí, quiero kétchup.
-Y… ¿qué te hago? ¿Macarrones?
-No… Kétchup.

Saco una cuchara sopera y se la entrego llena de kétchup, ella se la mete en la boca y me la devuelve.

-Más.- me pide.

Lleno otra cucharada de kétchup y comienzo a reír a carcajadas al ver que le da un lametón.

-Te pareces a mamá, ella también comía cosas raras.
-¿Si?- pregunta, sus ojos desprenden un brillo especial.
-Sí. Después de muchas noches comiendo cosas como esta.- me detengo para darle más kétchup.- viniste tú.- le acaricio la mejilla.

En ese momento veo un destello, no se ha quitado el colgante. 

Capítulo diez: Turn right into my arms.

Capítulo diez: Turn right into my arms.



Narra Harry:
-¿Cómo está?- le pregunto a Jane nada más esta vuelve de estar con mi hermana.
-Ahora mismo se está dando un baño, necesita tranquilizarse.- contesta mi novia acariciándome la mejilla calmándome un poco.
-¿Crees que Liam se ha portado mal con ella?
-¡Para nada! Tn(______) está pasando por algo parecido a lo que pasé yo cuando me dejaste…

Me cubro la cara con las manos y Jane me abraza. Yo le destrocé el corazón a ella hace años y ahora Liam le hace lo mismo a mi hermana pequeña.

-¿Qué hago?- gimoteo.
-No lo sé… Supongo que como a medio día no ha querido bajar a comer, podrías subirle la cena dentro de un rato y animarla un poco.- sugiere.- Pero… No la atosigues.
-¿Mimarla pero dejarle espacio para ella de vez en cuando?
-¡Exacto!
-Está bien…- suspiró.- Voy a preparar la cena entonces, ¿quieres quedarte?
-No, gracias, mejor otro día.- dice, después, se pone de puntillas y me da un largo beso en los labios. Acto seguido, se marcha y yo entro en la cocina.

Hago un par de sándwiches y los coloco en una bandeja junto a dos latas de Coca-Cola y dos trozos de bizcocho de chocolate que han sobrado de mi anterior clase de cocina con Jane. Subo a la habitación de mi hermana mientras pienso qué decir para que se sienta mejor. Me detengo en la puerta, la cual está abierta. Mi hermana está tumbada en la cama, llorando, abrazada a su osito de peluche. Escucho con atención durante unos minutos buscando algún otro sonido que no sea su llanto. Me rindo. Tn(_____) no ha puesto música, y es muy, muy, muy raro en ella. Doy unos golpecitos en la puerta y le pido permiso para entrar; ella no contesta, tan solo ladea la cabeza.

-Te traigo la cena.- intento esbozar una sonrisa, pero ella me da la espalda.

Dejo la bandeja sobre la mesa y me siento en la cama, a su lado y le froto la espalda.

-¿Puedes decirme algo?- pregunto al ver que no habla.
-Algo.- contesta con la voz nasal y ronca de tanto llorar.

Resoplo y la hago girarse. La obligo a mirarme, sin embargo, ella se muestra cabizbaja.

-¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor?
-Mátame.- responde como si fuera un máquina, yo vuelvo a resoplar comenzando a enfadarme.
-Deja de decir tonterías.- la riño.
-Lo siento.- murmura dejando escapar un par de lágrimas más gruesas que las de antes.
-Shh, tranquila.- le secó las mejillas con los pulgares.- Sé que no lo haces a propósito.- sus ojos vuelven a inundarse.- Shh, ven…

Tiro de ella y la abrazo con fuerza. Aproximadamente una media hora después la convenzo de cenar y bajar al salón a ver una película. Elijo una de miedo y hago que se siente conmigo en el sofá.

-Harry…- susurra escondiendo la cabeza cuando llega una escena en la que una de las protagonistas se desangra.
-Sabes que es tomate frito. No pasa nada.- la tranquilizo abrazándola.

Al poco tiempo, tn(______) grita un “¡qué asco!” y sale corriendo en dirección al cuarto de aseo más cercano a nosotros. Detengo la película y alcanzo a oírla vomitar. La encuentro arrodillada en el suelo y le recojo el pelo.

-Demasiado tomate frito para ti, ¿verdad?- le pregunto.

Mi hermana asiente con la cabeza, se levanta, y se lava la cara con abundante agua.

-Ni se te ocurra hacerme comer eso en tu vida.- dice soltándose el cabello y agitándolo para que este vuelva a su forma habitual.
-De acuerdo.- asiento.- La terminamos de ver como le quedan diez minutos y luego te subes a dormir.- añado cuando veo que sus intenciones son subirse ya a su dormitorio.
-Pero Harry…
-Si mañana quieres comer algo que no lleve tomate frito, no me puedes dejar solo.
-Te odio…- susurra dándome un golpecito en el brazo.
-Calla, que quiero ver como se cargan a este.- digo pulsando el “play” del mando a distancia.

Ella deja caer la cabeza sobre mis piernas a la vez que se tumba en el sofá, yo, inconscientemente, le acaricio el pelo. Termina la película, apago la televisión y enciendo las luces de la sala de estar. Tn(_____) está dormida.

-Un momento… ¿Qué puñetas es esto?- le retiro el cabello del cuello y observo que tiene unos cuantos moratones.- ¿Qué te ha hecho el desgraciado de Payne?

Cojo a mi hermana en brazos y la llevo a su cama. Tras ello llamo a Liam sin importarme que sea muy tarde.

-¿¡Qué coño le has hecho a mi hermana pequeña!?- pregunto a voz en grito cerrando la puerta de la habitación. 
-¿Qué…?- pregunta Liam soñoliento al otro lado de la línea.
-¿¡Creías que no iba a verle los chupetones del cuello!? A saber en que otros sitios tiene más… ¿Por eso ha salido huyendo esta mañana?
-No… Harry… Te estás equivocando.- dice.- Anoche lo hicimos y nos hicimos chupetones, pero lo de esta mañana ha sido porque sabía que si se quedaba no iba a ser capaz de soportar que nos dijéramos adiós…
-Más te vale decirme la verdad…- digo sin fiarme.
-Harry, esa es la verdad.
-Toda no.
-¿Quieres los detalles?- suspira perdiendo la paciencia, estoy hurgando en la herida que le ha dejado separarse de tn(______).

Supongo que no miente. Me despido de él y cuelgo.

***

Pasan varias semanas y mi hermana mantiene su postura de no contarme nada respecto a lo que le pasa, aunque sé que es la ruptura con Liam lo que le hace daño, me gustaría que me lo contara ella que va deambulando por la casa como un alma en pena, pero, cuando hay alguien delante, esboza una gran sonrisa y disimula cuanto puede. Tengo la sensación de que Niall y Lorena saben más que yo sobre el tema, incluso intuyo que tn(_____) lo ha hablado con Jane, pero ninguno de ellos me dice nada. Mi hermana ha decidido dejar a Liam a un lado, no se llaman, ni se ven. De todos modos, hace días que Liam se marchó de la ciudad y que tn(_____) empezó las clases en el instituto.
Estoy intentando concentrarme, estudiar a distancia desde mi dormitorio, es algo complicado. De pronto, me llaman del instituto y me piden que vaya a por mi hermana. Me pongo la chaqueta y voy a por ella. La encuentro en la enfermería, está muy pálida y la enfermera dice que posiblemente tenga algún virus estomacal. La llevo de vuelta a casa y la hago ponerse el pijama y meterse en la cama mientras yo le preparo una sopa para que recupere fuerzas. Subo con la bandeja metálica y ella sale corriendo cuando llego a su dormitorio. Dejo la comida en la mesa y voy junto a ella. Me paro en seco en la puerta. Vuelve a estar arrodillada al lado de la taza del váter, vomitando como semanas atrás. Aparece vagamente por mi mente una imagen de mi madre en ese mismo cuarto de baño, en esa misma posición… Una imagen de hace dieciséis años… Doy unos pasos hacia atrás y ato los cabos sueltos.
Hace tres semanas que tn(______) lo dejó con Liam después de acostarse con él.
Las películas de miedo que hemos visto últimamente la hacen vomitar, pero hoy no tiene excusa por haberlo hecho en el colegio.
De nuevo camino hacia el baño para hablar con ella, que sigue vomitando y me doy cuenta de que ella no lo sabe. Ni ella, ni Liam, ni Lorena, ni Jane, ni Niall. Ninguno lo sabe. Cojo a mi hermana en brazos después de que se enjuague la boca y de que se lave la cara, y la llevo a su habitación y la dejo sentada en la cama.

-Anda, vístete, llamaré a un taxi y te llevaré al médico.- digo sacando algo de ropa de su armario.

Ella suspira y se tumba en la cama.

-Me duele la cabeza…- dice tapándose los ojos.

Un síntoma más. Cada vez tengo menos dudas de que está embarazada y de que ella ni se ha dado cuenta.

-Vamos, date prisa.- insisto.- No quiero que te pongas peor…- añado aunque sé que no tiene mucho sentido.

Cinco minutos después está vestida con ropa de calle y sentada en la cama, a mi lado, esperando a que el taxi anuncie su llegada.

-¿Qué crees que tengo?- pregunta preocupada ya que yo llevo callado demasiado tiempo.

Suspiro, voy a tener que decírselo.

-No quiero preocuparte pero, creo que lo que tienes no viene de aquí.- digo deteniéndome para tocarle el estómago.- pienso que viene de aquí.- mi mano baja ligeramente, lo suficiente para que ella lo entienda y dé un respingo.

El taxi llega y sin decir una palabra, subimos a él.

***

Estoy sentado en un banco enfrente del hospital mientras observo a tn(_____) ir de un lado para otro echa una furia. No deja de morderse las uñas, y ahora ya no me queda duda. Ella nunca había perdido la calma hasta ahora, a pesar de que la situación fuera de desesperación total. Ahora lo era de extrema desesperación total y no se cortaba un pelo en decir el primer disparate que se le pasaba por la cabeza.

-¡Basta, tn(_____)!- digo sujetándola para que se esté quieta.
-¡Suéltame!- exige forcejeando, lo cual hace que incremente la fuerza.
-Intenta relajarte…- le pido.
-¿¡Cómo, Harry!?- me grita. No sé como, pero ha logrado zafarse de mí.- ¡En unos minutos me van a dar los resultados de las pruebas y van a dar positivo! ¿No te das cuenta?- sigue gritando y llorando con fuerza.- Tengo dieciséis años y estoy embarazada… Soy idiota…- se sienta en el suelo.
-Lo primero es que no eres idiota y, lo segundo es que… puede que me equivoque. Tal vez no estés embarazada…- digo inseguro, aunque recuerdo que me he saltado un detalle.- ¿Recuerdas si usasteis protección?
-No, pero si te parece llamo a Liam y le pregunto si se puso el preservativo.- contesta irónica.
-Pues la verdad es que deberías llamarle y decirle que le necesitas aquí. No pensarás ser madre soltera, ¿verdad?- me pongo serio, quiero matar a Liam por haber sido tan irresponsable, aunque, el error es también de mi hermana.
-No, porque no pienso tenerlo. Abortaré.- pongo los ojos en blanco.
-Y yo no te pienso dejar hacer eso. Además, mientras estés dentro del país necesitas mi autorización para hacerlo.
-Pues saldré de él.                                                        
-Oh… Espera…- digo fingiendo que pienso algo.- ¡También necesitas mi autorización para irte!

Suelta un sonoro gruñido y vuelve a llorar entre histérica y desesperada. Me siento en el suelo enfrente de ella y la zarandeo un poco.

-Tranquilízate.- casi le exijo.
-Lo siento…- susurra apoyando la cabeza en mi hombro.- La estoy pagando contigo cuando no es culpa tuya… Lo siento de verdad… No sé que me pasa…
-Shh, está bien…- la abrazo.
-¿Qué haces tú cuando te sientes como si se te viniera el mundo encima?- me pregunta.
-Fumar.- espeto casi sin darme cuenta.- Aunque tú no vas a hacer eso.
-Harry.- dice después estar un largo rato llorando en silencio con la cabeza escondida en mi cuello.
-Dime.- respondo acariciándole el pelo.
-No le digas nada a Liam. Ya conoces su punto de vista y su sentido de la lealtad, querrá quedarse conmigo y a pesar de que yo quiero que esté aquí, no puedo dejar que eche a perder su carrera.

Suspiro, no estoy de acuerdo, pero si es lo que quiere, no me queda otro remedio…

-No lo haré.- digo al fin.- Pero tarde o temprano se te notara y…- me callo.- Voy a sacarte del instituto. Sé que se siguen metiendo contigo.- añado cuando me mira interrogante.- y no les pienso dar una razón como esta. Estudiarás conmigo, desde casa.

Solloza algo que no llego a oír y se levanta. Tenemos que ir a por los resultados, los cuales no hacen más que confirmarnos lo que ya sabemos. 


domingo, 29 de julio de 2012

Capítulo nueve: Este es nuestro momento...




Capítulo nueve: Este es nuestro momento…

Dos años después…
Narra TN(______):
Harry coge mi mochila y me la coloca a la espalda con suavidad.
-¿Lo tienes todo?- me pregunta retirándome el pelo del cuello.
Me giro para mirarle y asiento con la cabeza, acto seguido me da un beso en la frente y un fuerte abrazo.
-Pásalo bien.- concluye.
Le doy otro abrazo y me acerco a Jane, le doy un beso en la mejilla y salgo de la casa. Liam me está esperando fuera, con su coche nuevo. Por fin ha arreglado las cosas con su madre y su padrastro.
-Felices dieciocho.- le susurro al oído cuando entro al vehículo.
Él sonríe, pero no dice nada. Sé lo que piensa, yo también lo pienso. Este es nuestro último fin de semana juntos antes de que él se vaya a estudiar a la capital y vamos a aprovecharlo. Nos dirigimos a una casita rural que ha alquilado en la montaña.
-¿Quieres que ponga música?- me pregunta cuando comienza a anochecer.
-Vale. ¿El disco de Ed Sheeran?
-Voy.
Ambos nos estamos comportando de manera fría. No soporto saber que dentro de unos días se irá a pesar de que lo hemos hablado cientos de veces. Él asegura que puede hacer lo mismo que mi hermano, buscar trabajo y estudiar a distancia desde casa, sin embargo, sé que si hace eso, acabará odiándome. Hemos decidido terminar con nuestra relación al tiempo que termine este fin de semana, y no nos volveremos a ver hasta que él termine su carrera, y, si después de eso nos seguimos queriendo y no hemos encontrado a nadie, volveremos a estar juntos, algo que desde mi punto de vista, es poco probable.
-Hemos llegado.- me informa cuando ya la noche es cerrada.
Bajamos en silencio del coche y entramos con las maletas a la casa, que es de madera, y por lo tanto hace frío. Me abrazo a mi misma mientras enciende la luz.
-¿Tienes frío?- pregunta ante una respuesta demasiado evidente.
Me castañean los dientes y me abraza para después quitarse su chaqueta y ponérmela a mí.
-¿Te apetece que vayamos a la cocina a cenar algo?- esta vez suena más suave y cálido.
Me siento a salvo con esta parte de Liam, debido a ello, comienzo a dejarme llevar. Encendemos la chimenea y tomamos algo ligero, ninguno de los dos tiene apetito.  Intentamos ver una película en la televisión, pero, desgraciadamente, la tormenta que ha estallado fuera impide que la señal llegue a este punto tan remoto de la carretera. De repente, vemos un chispazo y se va la poca luz que teníamos, yo corro al sofá, muerta de miedo, y dejo que sus brazos me protejan.
-No tengas miedo, pequeña.- me dice.
Noto el significado secundario de sus palabras porque se me eriza la piel. Después de dos años de interrupciones, este es nuestro momento. Va a suceder y va a ser ahora. Un relámpago ayuda a que me pegue a él más de lo que nunca había llegado a imaginar. Ahí estamos los dos, acurrucados en el sofá, escuchando una tormenta de verano. Me levanta el mentón con una caricia y me besa en los labios, una, dos y hasta cuatro veces seguidas. Y con la quinta, los dos decidimos que ha llegado el momento. Se pone en pie conmigo en brazos y enrollo mis piernas a su cintura. Camina descalzo hacia la escalera y la subimos a tientas. Yo con los ojos cerrados y él intentando averiguar mis pensamientos; más de una vez corremos el riesgo de caer rodando al suelo. Me deshago de su chaqueta y enredo los dedos en su cabello rizado. Son diez los minutos de tensión que tardamos en llegar a la segunda planta y en encontrar el dormitorio principal. Me deja sobre la cama y yo suelto un gemido en parte fingido, no quiero ser mala, pero las ganas de ver su reacción ante ello me superan. Le observo con disimulo y sonrío para mis adentros; le excita lo que he hecho al caer a la cama y se quita la camiseta. Dudo un segundo en quitarme yo la mía, pero prefiero que lo haga él con sus manos suaves como la seda. Se tumba encima de mí, cuidando de no apoyarme su peso, y comienza a torturarme.  Ha debido de notar que el gemido que he soltado antes ha sido falso y ahora mantiene sus labios a escasa distancia de los míos, noto su aliento en ellos. Me esta tentando a que le bese, pero no lo daré esa satisfacción. Me controlo como puedo y espero algo menos de tres minutos a que él lo haga. Se la devuelvo mordiéndole ligeramente el labio inferior para profundizar el beso, aunque teóricamente, no es justo, porque he empezado yo y deberíamos de estar ya en paz. Él sonríe y empieza el juego. Se baja de la cama y me quita los zapatos para después volver a subir y acariciarme el pelo mientras piensa que hacer para continuar con la tortura. Tal vez no haya sido buena idea aguardar a que él se deshaga de mi ropa, y, como si me hubiera leído el pensamiento, coloca sus manos a la altura de mi ombligo por debajo de mi camiseta. El contacto de su piel cálida con la mía que todavía sigue helada es extraño, tanto, que esta vez suelto un gemido real. Suspiro cuando por fin me quita la camiseta sin separar sus manos de mí. Me coge por las caderas y se sienta apoyando la espalda en la pared, por lo tanto, yo quedo sentada sobre él y con la espalda apoyada en sus piernas. Me quita la goma del pelo y deja que este caiga en cascada por sus rodillas, acto seguido, lanza el coletero a sabiendas de que le estoy observando. Sonrío y llevo mis labios a su cuello, haciéndole cerrar los ojos, provocándole, excitándole más aún, haciéndole jadear. Sigue acariciándome la espalda y el abdomen, yo ejerzo algo de presión bajo el lóbulo de su oreja derecha y él se atreve a subir sus manos. A través de las caricias y los besos que reparte por mis hombros, nos libramos de mi sujetador. Y continúan los jadeos, las caricias y los besos por parte de ambos, salvo que ahora añadimos suaves mordisquitos. Mañana los dos tendremos más de un moratón de cintura para arriba. Quiero que se tumbe y solo se me ocurre una manera para conseguirlo. Empiezo a moverme entre el poco espacio con el que me atrapan sus piernas y su torso. Lo logro. Un suspiro ocultando un gemido sale de su garganta, la cual está ronca. Beso todos los rincones entre su pecho y su vientre, y cuando le hago saber que mi intención es desabrocharle el cinturón y luego quitarle los pantalones, vuelvo a subir y a besar su cuello. Me detengo especialmente en su lunar.
-Siempre lo quise besar.- le digo, él sonríe y me de un beso en la frente.
Estoy nerviosa, muy nerviosa, pero intento que no se me note demasiado. No estoy segura de que vaya a gustarte que me deshaga de su pantalón, no lo he hecho nunca y él tiene mucha más experiencia.
-¡Lo siento!- me apresuró a disculparme al ver que retuerce las sábanas con las manos mientras me deshago de sus pantalones.
-Tranquila, pequeña, esta todo bien… Es perfecto…- susurra incorporándose.
Uno mis labios con los suyos y él se encarga de profundizar el beso a su manera a la vez que me va colocando debajo de él.
-¿Sabes que te quiero más que a nadie en este mundo?- me pregunta tras dejar caer mis braguitas al suelo.
Asiento con la cabeza y formo un corazón con las manos. Estoy demasiado ocupada por seguir respirando que no me veo capaz de contestar con palabras, de todos modos, él sabe lo que significa, que yo también le amo. Me da un corto beso en la frente y… hacemos el amor…

***

A la mañana siguiente, despierto con una gran sonrisa cubierta con la funda nórdica. Casi enseguida comienzo a llorar en silencio para no despertar a Liam. Le observo dormir. Es guapísimo. El cabello castaño le cubre los párpados y tiene los labios unidos, como si esperara a que me despertara para darme un beso. Entonces sé que tengo que irme. Me levanto de la cama evitando hacer el menor ruido y me visto con la misma ropa que llevaba ayer. Cada prenda me trae un recuerdo. Cuando estoy en la escalera, justo en el peldaño en cual anoche me quité su chaqueta, llamo a Harry y le pido que vaya a por mí a la gasolinera más cercana. No le doy ninguna explicación, solo le digo que no puedo seguir aquí, que tengo que irme. Y mi hermano hace un gran esfuerzo por guardarse todas las preguntas que quiere hacerme hasta que nos veamos cara a cara. Me pongo su chaqueta. Quiero tener algo suyo, y doy gracias porque la prenda esté impregnada con su olor. Cojo mis maletas y salgo de la casa. Dibujo un corazón justo en  el suelo mojado de la entrada de esta. Él sabe lo que significa y que no me voy por placer. Me trago las lágrimas y corro al lugar donde ya Harry debe de estar esperándome. 

miércoles, 25 de julio de 2012

Capítulo ocho: Tan solo cierra los ojos...


Capítulo ocho: “Tan solo cierra los ojos.”

Narra Liam:
-¡Buenos días!- exclamo entrando en el dormitorio de Harry con una bandeja con nuestro desayuno.
-Lo mismo digo, cariño.- se burla frotándose los ojos con la intención de quitarse las legañas.- Tn(_____), despierta.- añade zarandeando a su hermana que aún duerme a su lado.
-Un ratito más…- pide cubriéndose la cara con las sábanas.
-El café se enfría.- informo.

Café. La bebida favorita de los Styles. Mi novia se incorpora despacio y coge una taza, Harry y yo la imitamos.

-Está rico.- dice tn(_____) tras dar un sorbo.

Terminamos de desayunar y tn(____) entra al cuarto de aseo para darse una ducha y vestirse mientras que Harry y yo bajamos a la planta baja a fregar los platos.

-¿Volverás a ver a Jane?- pregunto a mi amigo.
-Tal vez…- contesta cabizbajo.
-¿Tienes su número?
-¿De que serviría llamarla?
-Es una buena forma de pedirle una cita.
 -No la aceptaría.
 -¿Cómo lo sabes si ni siquiera lo has intentado?
-Intuición.
-Yo intuía que tn(_____) quería a Tomlinson, y sin embargo, estaba equivocado.
-Espera… ¿Qué? ¿Mi hermana y Louis Tomlinson? ¿De qué hablas?

OH… no… ¿Qué acabo de hacer?

-De nada…- digo saliendo de la cocina.
-Liam, cuéntamelo.- pide agarrándome de la muñeca.
-Tuvieron algo. Se besaron y se dijeron que se querían. Solo eso.
-Pero… ¿Por qué tn(_____) no me lo contó a mi?
-No quiere que nadie lo sepa. Incluso a mi me suplicó que no lo contara.
-Entiendo.- afirma Harry. 
-Pero no estábamos hablando de Louis y tn(____). Hablábamos de Jane y de ti. 

-Es que no sé que hacer.- dice sentándose en la encimera.

-Ten.- digo dándole el teléfono móvil.- Llámala y pídele una cita.

-No aceptará, Liam…- repite.

-Si no lo intentas, nunca lo sabrás.- concluyo saliendo de la cocina.


Narra Jane:

Estoy tumbada en mi cama. No quiero hacer nada. Mi mundo vuelve a tambalearse. Harry. Harry. Harry. Solo pienso en él, en sus ojos, en sus labios, en el día en el que nos conocimos, en el que me dio mi primer beso, en el que tuvimos nuestra primera vez… De repente comienza a sonar una canción que llevaba mucho tiempo sin escuchar. Miro la pantalla de mi teléfono aunque no me hace falta, sé que es Harry, es nuestra canción.

-Hola.- saludo casi en un susurro.

-Hola, Jane… ¿Cómo estás?

-Bien… ¿y tú?

-Bien… Bueno, no. Regular…- se detiene.- Jane…

-¿Si?- pregunto con rapidez, mi corazón late con tanta fuerza que en cualquier momento se me va a salir del pecho.

-Me preguntaba si… querrías venir… a comer… conmigo.- su tono de voz disminuye a medida que habla.- Me gustaría que… habláramos y… eso.

-Eh… Está bien.- espeto sin darme cuenta.- ¿Dónde y cuándo?- escucho su sonrisa.

-Podría pasar a recogerte a tu casa dentro de una hora.- sugiere.

-Vale. Nos vemos entonces.

-Si… Hasta dentro de un rato.- cuelga.

-Tranquilízate, Jane, no es una cita.- me digo a mi misma en voz alta.

-Es una cita.- me dice Blake entrando a mi habitación.

-Blake, ¿qué haces aquí? ¿Estabas escuchando a escondidas?- le fulmino con la mirada.

-He venido a ver a mi mejor amiga, y, sí.

-Te odio…- murmuré.

-Mentirosa.- me dice abrazándome, yo me aparto, está cubierto de sudor.

-Eres asqueroso, hueles fatal…

-Vengo de entrenar, quejica, y por cierto, no es que tú estés muy presentable.

-Pero, ¿qué estás diciendo?

-Ven.- me coge de la mano y me mete en el baño, enciende la luz y veo mi reflejo en el espejo, tiene razón, estoy horrible.- Si quieres espantar a Harry, así vas por buen camino.

-Ayúdame, por favor.-le pido hasta los topes de ansiedad.

-Tranquila, Janee*, solo tienes que ducharte y arreglarte un poco el pelo. Yo te dejaré la ropa preparada en tu habitación. ¿Vale?

-¡Vale! Si, gracias, te quiero.- le abrazo antes de que salga del cuarto de aseo.


Narra Blake:

Entro en el dormitorio de mi amiga y empiezo a abrir y cerrar cajones. A pesar de que ella lo niegue, es una cita. Doy con el lugar en el que guarda la ropa interior y me aparto de golpe, Jane me mataría si yo mirara ahí. Busco en el armario durante unos minutos y encuentro las prendas perfectas: unos pantalones vaqueros que deben de llegarle hasta la rodilla, una camiseta azul de la marca Vans y unas zapatillas de bota del mismo color. Nada más dejárselo sobre la cama, su móvil suena y no me privo de cogerlo.

-¿Harry?- pregunto inconscientemente.

-¿Jane?- pregunta un chico al otro lado de la línea.

-¿Quién eres tú?- preguntamos los dos a la vez.

-Soy Liam, un amigo de Harry.

-Yo Blake, el mejor amigo de Jane. ¿Qué quieres?– él toma aire.

-Harry te tiene miedo.- dice al fin.

-¿Eh?- no puedo contener la sorpresa.

-Verás, ahora no quiere quedar con Jane porque cree que tú estás con ella.

-¿Quéeee?

-Eso.

-Dile que si no viene, le mato. Jane está muy ilusionada con la cita de hoy. Y dile también que ella y yo solo somos amigos. Jane lo pasó muy mal cuando tu amigo la dejó, incluso se tatuó la muñeca con una frase, “corazón a prueba de balas”. Ha ido de rompecorazones todo este tiempo y ya es hora de que acabe, ella no es así. Dile a Harry que se esfuerce por hacerla feliz esta vez, que nos demuestre que lo va a hacer bien. La quiero demasiado como para verla sufrir de nuevo por que el capullo de tu amigo la ha hecho daño. Ella le sigue queriendo.

-Y tú, ¿la quieres?

-¡Claro que la quiero! Estoy loco por ella, pero, ella quiere a Harry y no la haré sufrir por esto.

-Está bien, gracias Blake.

Dejo el teléfono de Jane donde lo encontré y coloco mi gorra de la suerte, la favorita de Jane, al lado de él. Salgo de la habitación en silencio y la oigo cantar mientras se ducha en el baño, es feliz y por lo tanto, yo también.

Narra tn(_____):

-¡Cuida de mi hermana, Liam!- grita Harry saliendo de la casa.

-¿Qué le pasa?- pregunto bajando la escalera.

-Tiene una cita con Jane.- contesta Liam.

-¿Crees que saldrá bien?

-Creo que no puede salir mal.- me abraza.- ¿Qué te apetece hacer?

-No sé…- digo enredando mis manos en su cabello.- ¿Hacemos la comida?

-Aún es pronto…- dice acercando su boca a la mía.- Pero podemos preparar el postre.

-¿Tarta de chocolate?

-Por supuesto…- susurra pegando sus labios a los míos.


Acto seguido nos separamos y vamos a comprar los ingredientes necesarios para hacer la tarta de chocolate. Y, varias horas más tarde, estamos comiendo tarta en el suelo de la cocina, que está patas arriba.


Narra Harry:

Estoy nervioso. Hemos llegado al parque y Jane se balancea en un columpio mientras yo la observo. Esta preciosa. Es preciosa. Suspiro profundamente y me acerco a ella.


-¿Quieres que vayamos ya a comer?- le preguntó después de parar el columpio con las manos.

-¡Vale!- asiente y se pone en pie.


La guio hacia el interior del parque y noto como me mira entre asustada y nerviosa.


-Por aquí no se va al centro…- comenta.
-¿Cuál es el problema?
-Creía que íbamos a comer.


Guardo silencio hasta que llegamos a un claro en el cual encontramos un mantel en el suelo y una cesta.

-Yo no mencioné nada de restaurantes.
-Oh… Harry…- suspira sonriente.
-Quería hacer algo especial y se me ha ocurrido esto.- aclaro.- ¿Te gusta?
-¡Sí! ¡Es perfecto!
-Me alegro.- nos sentamos y empezamos a sacar la comida de la cesta.- Jane… No quiero estropear el momento pero tengo que decirte algo. Sé que te he hecho muchísimo daño y que posiblemente estés harta de mi, pero quiero arreglarlo… Me gustas mucho y… si me das una segunda oportunidad, te prometo que no la estropearé.
-Harry…- murmura seria.

Lo doy todo por perdido, es oficial, Jane no volverá conmigo. Me tapo la cara y me dejo caer, quiero que me trague la tierra. Ella se tumba a mi lado y me aparta las manos del rostro, y sin tiempo para reaccionar, junta sus labios con los míos. Siento un cosquilleo en el estómago y mi lengua me pide a gritos unirse con la suya, y yo, le doy permiso. Y sin dejar de besarla, quedo sobre ella con sumo cuidado de no hacerle daño y le acaricio el pelo.

-Te quiero.- susurra sin separarse demasiado.
-Te amo.- contesto repartiendo pequeños besos por su cuello.

Sus manos se deslizan desde mi nuca hasta mi torso y se deshace de mi camiseta con dulzura. Estoy tan desconcertado que no sé qué hacer, al final decido imitarla quitándole la camiseta y seguir besándola. Mis besos bajan, junto a mis caricias, a sus pechos, y continúan bajando hasta su abdomen, y luego hasta su vientre.

-Nos multarán por estar en la vía pública…- jadea mientras le quito el pantalón y las zapatillas.
-Correremos el riesgo.- digo casi sin aire.

Hago un gran esfuerzo y me separo unos centímetros de ella para alcanzar un preservativo que hay en la cestita de mimbre que horas antes Liam ha colocado ahí.

-Ahora me toca a mí.- susurra a mi oído antes de tumbarme y sentarse encima de mi vientre. 

Continúa besándome y cierro los ojos. Sus besos se me hacen interminables y, de pronto, gimo con fuerza. Me incorporo ligeramente, ahora los dos estamos en ropa interior. Volvemos a unir nuestros labios, mientras tanto, ella aprovecha para quitarme el preservativo de las manos y yo le desabrocho el sujetador, lo cual me resulta sutilmente complicado. De nuevo, Jane consigue que me tumbe y  mi bóxer desaparece, dando lugar a unas caricias donde nadie nunca antes había puesto las manos. Oigo la rasgadura de un plástico y gimo otra vez cuando mi miembro hace contacto con el material resbaladizo del condón. Tomo a Jane por las caderas y la dejo debajo de mí. Vuelvo a besarla y mis dedos se deslizan bajo sus braguitas. Ambos jadeamos. Suspira algo en francés y yo le retiro la poca ropa que le queda. Je t’aime, dice de nuevo cuando entro dentro de ella. Yo digo lo único que sé decir en francés, algo que suena a Je t’adore…  

*Pronunciado [Yeini:]
¡Pregunta!: Una amiga me ha ayudado a escribir la narración de Harry de la cita con Jane, y queremos saber si os gusta así o lo queréis menos explícito. Por favor, contestar en un comentario. Gracias por leer. ¡Muchos besos!