Capítulo ocho: “Tan solo cierra
los ojos.”
Narra Liam:
-¡Buenos días!- exclamo entrando
en el dormitorio de Harry con una bandeja con nuestro desayuno.
-Lo mismo digo, cariño.- se
burla frotándose los ojos con la intención de quitarse las legañas.- Tn(_____),
despierta.- añade zarandeando a su hermana que aún duerme a su lado.
-Un ratito más…- pide
cubriéndose la cara con las sábanas.
-El café se enfría.- informo.
Café. La bebida favorita de los
Styles. Mi novia se incorpora despacio y coge una taza, Harry y yo la imitamos.
-Está rico.- dice tn(_____) tras
dar un sorbo.
Terminamos de desayunar y
tn(____) entra al cuarto de aseo para darse una ducha y vestirse mientras que
Harry y yo bajamos a la planta baja a fregar los platos.
-¿Volverás a ver a Jane?-
pregunto a mi amigo.
-Tal vez…- contesta cabizbajo.
-¿Tienes su número?
-¿De que serviría llamarla?
-Es una buena forma de pedirle
una cita.
-No la aceptaría.
-¿Cómo lo sabes si ni
siquiera lo has intentado?
-Intuición.
-Yo intuía que tn(_____) quería
a Tomlinson, y sin embargo, estaba equivocado.
-Espera… ¿Qué? ¿Mi hermana y
Louis Tomlinson? ¿De qué hablas?
OH… no… ¿Qué acabo de hacer?
-De nada…- digo saliendo de la
cocina.
-Liam, cuéntamelo.- pide
agarrándome de la muñeca.
-Tuvieron algo. Se besaron y se
dijeron que se querían. Solo eso.
-Pero… ¿Por qué tn(_____) no me
lo contó a mi?
-No quiere que nadie lo sepa.
Incluso a mi me suplicó que no lo contara.
-Entiendo.- afirma Harry.
-Pero no
estábamos hablando de Louis y tn(____). Hablábamos de Jane y de ti.
-Es que
no sé que hacer.- dice sentándose en la encimera.
-Ten.-
digo dándole el teléfono móvil.- Llámala y pídele una cita.
-No
aceptará, Liam…- repite.
-Si no
lo intentas, nunca lo sabrás.- concluyo saliendo de la cocina.
Narra Jane:
Estoy
tumbada en mi cama. No quiero hacer nada. Mi mundo vuelve a tambalearse. Harry.
Harry. Harry. Solo pienso en él, en sus ojos, en sus labios, en el día en el
que nos conocimos, en el que me dio mi primer beso, en el que tuvimos nuestra
primera vez… De repente comienza a sonar una canción que llevaba mucho tiempo
sin escuchar. Miro la pantalla de mi teléfono aunque no me hace falta, sé que
es Harry, es nuestra canción.
-Hola.-
saludo casi en un susurro.
-Hola,
Jane… ¿Cómo estás?
-Bien…
¿y tú?
-Bien… Bueno, no. Regular…- se detiene.-
Jane…
-¿Si?- pregunto con rapidez, mi corazón
late con tanta fuerza que en cualquier momento se me va a salir del pecho.
-Me preguntaba si… querrías venir… a
comer… conmigo.- su tono de voz disminuye a medida que habla.- Me gustaría que…
habláramos y… eso.
-Eh… Está bien.- espeto sin darme
cuenta.- ¿Dónde y cuándo?- escucho su sonrisa.
-Podría pasar a recogerte a tu casa
dentro de una hora.- sugiere.
-Vale. Nos vemos entonces.
-Si… Hasta dentro de un rato.- cuelga.
-Tranquilízate, Jane, no es una cita.-
me digo a mi misma en voz alta.
-Es una cita.- me dice Blake entrando a
mi habitación.
-Blake, ¿qué haces aquí? ¿Estabas
escuchando a escondidas?- le fulmino con la mirada.
-He venido a ver a mi mejor amiga, y,
sí.
-Te odio…- murmuré.
-Mentirosa.- me dice abrazándome, yo me
aparto, está cubierto de sudor.
-Eres asqueroso, hueles fatal…
-Vengo de entrenar, quejica, y por
cierto, no es que tú estés muy presentable.
-Pero, ¿qué estás diciendo?
-Ven.- me coge de la mano y me mete en
el baño, enciende la luz y veo mi reflejo en el espejo, tiene razón, estoy
horrible.- Si quieres espantar a Harry, así vas por buen camino.
-Ayúdame, por favor.-le pido hasta los
topes de ansiedad.
-Tranquila, Janee*, solo tienes que ducharte y arreglarte un poco el pelo. Yo
te dejaré la ropa preparada en tu habitación. ¿Vale?
-¡Vale! Si, gracias, te quiero.- le
abrazo antes de que salga del cuarto de aseo.
Narra Blake:
Entro en el dormitorio de mi amiga y
empiezo a abrir y cerrar cajones. A pesar de que ella lo niegue, es una cita.
Doy con el lugar en el que guarda la ropa interior y me aparto de golpe, Jane
me mataría si yo mirara ahí. Busco en el armario durante unos minutos y
encuentro las prendas perfectas: unos pantalones vaqueros que deben de llegarle
hasta la rodilla, una camiseta azul de la marca Vans y unas zapatillas de bota del mismo color. Nada más dejárselo
sobre la cama, su móvil suena y no me privo de cogerlo.
-¿Harry?- pregunto inconscientemente.
-¿Jane?- pregunta un chico al otro lado
de la línea.
-¿Quién eres tú?- preguntamos los dos a
la vez.
-Soy Liam, un amigo de Harry.
-Yo Blake, el mejor amigo de Jane. ¿Qué
quieres?– él toma aire.
-Harry te tiene miedo.- dice al fin.
-¿Eh?- no puedo contener la sorpresa.
-Verás, ahora no quiere quedar con Jane
porque cree que tú estás con ella.
-¿Quéeee?
-Eso.
-Dile que si no viene, le mato. Jane
está muy ilusionada con la cita de hoy. Y dile también que ella y yo solo somos
amigos. Jane lo pasó muy mal cuando tu amigo la dejó, incluso se tatuó la
muñeca con una frase, “corazón a prueba de balas”. Ha ido de rompecorazones
todo este tiempo y ya es hora de que acabe, ella no es así. Dile a Harry que se
esfuerce por hacerla feliz esta vez, que nos demuestre que lo va a hacer bien.
La quiero demasiado como para verla sufrir de nuevo por que el capullo de tu
amigo la ha hecho daño. Ella le sigue queriendo.
-Y tú, ¿la quieres?
-¡Claro que la quiero! Estoy loco por
ella, pero, ella quiere a Harry y no la haré sufrir por esto.
-Está bien, gracias Blake.
Dejo el teléfono de Jane donde lo
encontré y coloco mi gorra de la suerte, la favorita de Jane, al lado de él.
Salgo de la habitación en silencio y la oigo cantar mientras se ducha en el
baño, es feliz y por lo tanto, yo también.
Narra
tn(_____):
-¡Cuida de mi hermana, Liam!- grita
Harry saliendo de la casa.
-¿Qué le pasa?- pregunto bajando la
escalera.
-Tiene una cita con Jane.- contesta
Liam.
-¿Crees que saldrá bien?
-Creo que no puede salir mal.- me
abraza.- ¿Qué te apetece hacer?
-No sé…- digo enredando mis manos en su
cabello.- ¿Hacemos la comida?
-Aún es pronto…- dice acercando su boca
a la mía.- Pero podemos preparar el postre.
-¿Tarta de chocolate?
-Por supuesto…- susurra pegando sus
labios a los míos.
Acto seguido nos separamos y vamos a
comprar los ingredientes necesarios para hacer la tarta de chocolate. Y, varias
horas más tarde, estamos comiendo tarta en el suelo de la cocina, que está
patas arriba.
Narra Harry:
Estoy nervioso. Hemos llegado al parque
y Jane se balancea en un columpio mientras yo la observo. Esta preciosa. Es
preciosa. Suspiro profundamente y me acerco a ella.
-¿Quieres que vayamos ya a comer?- le
preguntó después de parar el columpio con las manos.
-¡Vale!- asiente y se pone en pie.
La guio hacia el interior del parque y
noto como me mira entre asustada y nerviosa.
-Por aquí no se va al centro…- comenta.
-¿Cuál es el problema?
-Creía que íbamos a comer.
Guardo silencio hasta que llegamos a un
claro en el cual encontramos un mantel en el suelo y una cesta.
-Yo no mencioné nada de restaurantes.
-Oh… Harry…- suspira sonriente.
-Quería hacer algo especial y se me ha
ocurrido esto.- aclaro.- ¿Te gusta?
-¡Sí! ¡Es perfecto!
-Me alegro.- nos sentamos y empezamos a
sacar la comida de la cesta.- Jane… No quiero estropear el momento pero tengo
que decirte algo. Sé que te he hecho muchísimo daño y que posiblemente estés
harta de mi, pero quiero arreglarlo… Me gustas mucho y… si me das una segunda
oportunidad, te prometo que no la estropearé.
-Harry…- murmura seria.
Lo doy todo por perdido, es oficial,
Jane no volverá conmigo. Me tapo la cara y me dejo caer, quiero que me trague
la tierra. Ella se tumba a mi lado y me aparta las manos del rostro, y sin
tiempo para reaccionar, junta sus labios con los míos. Siento un cosquilleo en
el estómago y mi lengua me pide a gritos unirse con la suya, y yo, le doy
permiso. Y sin dejar de besarla, quedo sobre ella con sumo cuidado de no
hacerle daño y le acaricio el pelo.
-Te quiero.- susurra sin separarse
demasiado.
-Te amo.- contesto repartiendo pequeños
besos por su cuello.
Sus manos se deslizan desde mi nuca
hasta mi torso y se deshace de mi camiseta con dulzura. Estoy tan desconcertado
que no sé qué hacer, al final decido imitarla quitándole la camiseta y seguir
besándola. Mis besos bajan, junto a mis caricias, a sus pechos, y continúan
bajando hasta su abdomen, y luego hasta su vientre.
-Nos multarán por estar en la vía
pública…- jadea mientras le quito el pantalón y las zapatillas.
-Correremos el riesgo.- digo casi sin
aire.
Hago un gran esfuerzo y me separo unos
centímetros de ella para alcanzar un preservativo que hay en la cestita de
mimbre que horas antes Liam ha colocado ahí.
-Ahora me toca a mí.- susurra a mi oído
antes de tumbarme y sentarse encima de mi vientre.
Continúa besándome y cierro los ojos.
Sus besos se me hacen interminables y, de pronto, gimo con fuerza. Me incorporo
ligeramente, ahora los dos estamos en ropa interior. Volvemos a unir nuestros
labios, mientras tanto, ella aprovecha para quitarme el preservativo de las
manos y yo le desabrocho el sujetador, lo cual me resulta sutilmente
complicado. De nuevo, Jane consigue que me tumbe y mi bóxer desaparece, dando lugar a unas
caricias donde nadie nunca antes había puesto las manos. Oigo la rasgadura de
un plástico y gimo otra vez cuando mi miembro hace contacto con el material
resbaladizo del condón. Tomo a Jane por las caderas y la dejo debajo de mí.
Vuelvo a besarla y mis dedos se deslizan bajo sus braguitas. Ambos jadeamos. Suspira
algo en francés y yo le retiro la poca ropa que le queda. Je t’aime, dice de nuevo cuando entro dentro de ella. Yo digo lo
único que sé decir en francés, algo que suena a Je t’adore…
*Pronunciado [Yeini:]
¡Pregunta!: Una amiga me
ha ayudado a escribir la narración de Harry de la cita con Jane, y queremos
saber si os gusta así o lo queréis menos explícito. Por favor, contestar en un
comentario. Gracias por leer. ¡Muchos besos!
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